Oda a mi abuelo

Jacinto Cortés Morgado era su nombre.

Nació el siglo pasado y cual biznaga desarrollo en su interior un tesoro.

Para nada importo la sequía de su infancia,

como cactácea en el desierto ocupó

con eficacia el agua que en temporadas llegaba.

En las épocas más frías y oscuras

extraía de su entraña el dulce acitrón

que acompañaba siempre con una carcajada:

¡Para que se acuerden de mí cuando

yo me vaya!

1924/08/17 - 2021/12/23